¿Final feliz?

En la anterior Opinión hablé de la Inteligencia Artificial y de la Inteligencia Emocional como complemento necesario una de la otra. Y a raíz de esto he recibido llamadas muy interesantes que me llevan a hacer este segundo escrito.
Hay que tener en cuenta también el debate que se ha generado entre los partidarios de pararlo todo seis meses para dedicarlos a ordenar y legislar, tanto como sea necesario, esta potente y desconocida tecnología. Y esto hace que el tema adquiera una relevancia a la que hay que prestar toda la atención que merece.

En un magnífico escrito en Via Empresa, Genís Roca afirma: "Se desconoce qué sucede dentro de esta caja negra en que se ha convertido la IA", y esto es lo que da miedo: el descontrol de una herramienta que supera nuestra capacidad de control.
Y ¿cómo lo controlamos? Yo creo que ahora lo más urgente es crear una auditoría ética y también creo muy necesario apoyarnos en el humanismo tecnológico. Tenemos que evitar la creación de un mundo paralelo virtual, y aquí el sentido común y el humanismo serán imprescindibles. Ante una realidad inhumana, debemos priorizar el valor físico de las personas.
 

Alex Goñi i Febrer
Presidente de PIMEComerç

Xat de PIMEC
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